Los cuatro dias de camino fueron tranquilos, pero al acercarse al pueblo vieron, en el horizonte, un enorme lago sin fin, más grande del que jamas podían haber imaginado. Más tarde el lago fue nombrado como el "Mar Salado" por uno de los lugareños.
Shady Cove era una ensenada de pocos quilometros, salpicada de pequeñas casas y alguna que otra construcción importante que resaltaba en la noche. Al acercarse al pueblo, se cruzaron con un par de personajes que evidentemente no sabían manejar su aguardiente. "Picarron" James era uno de ellos, quien recomendó al Forno Diablo como la mejor posada de la ensenada.
No les costo llegar, ya que del Forno Diablo emanaba una fulgurente luz, gracias a un enorme horno de leña que no paraba de arder y que lanzaba lenguetazos de fuego en la noche oscura.
En el Forno, Greg conoció a Esmeralda, quien lo trato de atraer con sus encantos, pero al faltarle un diente, oler a alcohol, y pedirle dinero a cambio de servicios, le dio a endenter que no sería la mujer de su vida. Sin embargo, junto al resto del grupo, conversaron con ella, y más tarde con Olar "El Jeque" Halad, tabernero y dueño del Forno Diablo, y logrando reunir importantes datos.
Aparentemente, la Armada Kelenita no era muy bien recibida en el pueblo, pero tenia cierta presencia, representada por Kassus, el burgomaestre, y sus huestes. El Impero de Kelenor se había aliado con la Sociedad de las Islas Quebradas, que era la autoridad en Shady Cove, y que anteriormente era enemiga del Reinado de Tristam, pero ahora colaboraba con el Imperio de Kelenor. No habían visto movimientos de tropas como los que describió el grupo en mucho tiempo, por lo que dedujeron que sus familias podían haber sido transportadas a pie hacia Cyrus. Ésto les daba una ventaja si viajaban hacia Cyrus por mar, ganando casi 10 dias, pero para hacerlo, además de un barco, necesitaban un Permiso Imperial, tanto para viajar, como para luego entrar en la ciudad.
El permiso lo podían obtener con Kassus, pero Esmeralda, luego de un incentivo, también les propuso otra opción, hablar con Laylee "Piernas Locas", y luego de que la presionaron bastante, también dio el nombre de Rat Tepack, un legendario pirata.
Fueron a buscar a Laylee a un recinto llamado "El Refugio", aparentemente más ordenado que el Forno Diablo. Adentro se llevaban a cabo juegos de mesa, un grupo de extrañas criaturas llamadas kenkus se reunian en una esquina, e Igor, un "oficial" de Shady Cove, buscaba mercenarios para un trabajo.
Como buenos aventureros, se anotaron con Igor para participar de un trabajo bien pago (¡casi 50gp por persona!), en el cual debían, acompañados de un grupo de soldados de Shady Cove, erradicar a un grupo de "Piratas Verdaderos". Éste fue el nombre que Igor dio a piratas que robaban a los Kelenitas y a la Sociedad de las Islas Quebradas. "Hoy por hoy", dijo, "uno no puede asaltar sin distinción.".
Luego, Iñigo demostró como en las abadías se aprende mucho de juegos de azar, y en un par de manos desplumó a un grupo de pirata de casi 90 piezas de oro, en una mano increiblemente suertuda. El pirata, obviamente, le juro venganza.
Mientras comían celebrando la suerte de Iñigo, fueron contactados por un enviado de Laylee, quien los invitó a subir, y les advirtió que nunca, bajo ningún concepto, mencionarán "Piernas Locas" en su presencia.
Laylee les propuso que podia venderles permisos falsos a cambio de 100 piezas de oro por persona, un precio por más desorbitante. Ante la insistencia de Galton, les propuso que podria bajarlo a la mitad si se encargaban de asesinar al grupo de kenkus que estaban en el piso de abajo. "Los Kenkus huelen mal, y no pertenecen a Shady Cove", sentenció.
La ética se impuso ante los jovenes maestres, que recordaron las enseñanzas de sus padres y dijeron no a la oferta. Sin embargo, no pudieron evitar ir a hablar con los kenkus, y luego de una conversación donde hubo todo menos tacto ("Hola señores pajaros", "Nunca vimos criaturas como vosotros, que sois?", etc.), los Kenku decidieron enseñarles una lección. Extrañamente, Galton murmuró unas palabras apaciguantes, y como por arte de magia, los Kenku reconsideraron sus acciones y decidieron no violentarse por lo ocurrido. Los maestres deberian agradecer a la Dama del Lago, pues no hubiera sido un combate agradable.
Durmieron hasta el otro día, y en la mañana se juntaron con Igor y el resto de la tropa. Guiada por el guerrero Heist, la tropa consistía de tres hombres, Igor, Bultos y Dugh, y un halfling, Arty.
Heist los guió hasta las afueras de un abandonado templo de Lumber Lee, dios de los leñadores, donde se ocultaban los Piratas Verdaderos. Como predijo el estratega, éstos se encontraban durmiendo, y hubieran permanecido asi de no ser por el estruendo que hizo Greg al fallar su intento de trepar al edificio. El combate estalló, y en segundos los maestres se vieron enfrentados a cinco bandidos, guiados por un hombre de barba corta roja y orejas puntiagudas blandiendo una espada larga y una daga, un poderoso medio orco con un hacha, y un hechicero con el poder de las tormentas.
La batalla fue cruenta, toda la suerte del grupo había sido consumida en la mesa de juego. Bultos, Dugh y Arty cayeron. Sin embargo, tampoco fue un buen día para sus enemigos, y luego de una acción coordinada, con Galton al frente, absorbiendo golpes y brindando los suyos, Greg por los techos, asestando disparos, los halflings agujereando con sus dagas, y el enano pidiendo la asistencia de su dios, lograron abatir uno a uno a sus enemigos, y derribar finalmente al medio orco que aguantó hasta el final.